Si en la persecución de tu sueño algo te desvía o rumores lejanos te distraen; si en tu camino tropiezas con una o varias piedras, no dejes por eso de andar. La vida es el regalo más maravilloso que te ha sido concedido. Respétala a pesar de las tristezas; gózala cada día en las infinitas alegrías.
Aunque creas que ya todo está perdido, confía en tu propia decisión: podrás demorar en llegar, pero, si no dudas, tu sueño sabrá esperarte. El amor será para ti un sueño compartido. Lo presientes en todas partes, en las flores, en los árboles, en los valles, en la cima de las montañas.
Dale una oportunidad a este sueño tuyo, no descanses hasta hallarlo, no te conformes con un espejismo de ese amor; date tiempo para saber antes quién eres y para convertirte en todo lo que has soñado. Acepta los dones que la vida te ofrece cada día. Entrégate a la magia de lo inesperado. Aprende a descubrir lo bueno y lo bello ocultos entre lo cotidiano.
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