Básicamente, todos los seres humanos somos iguales, buscamos la felicidad y tratamos de evitar el sufrimiento..
Fue en aquel momento cuando empecé a pensar en la declaracion de independencia,en aquella parte que hablaba del derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.Y recuerdo que pensé..¿cómo supo el que debía poner eso de la búsqueda? ¿Es que acaso la felicidad es algo que solo podemos buscar y que en realidad jamás podemos lograr pase lo que pase?
Le oí decir a una mujer joven cuando se quejaba de los problemas que había en su familia. Esta idea no es exclusiva de una chica, sino que parece ser simplemente el grito, a veces desesperado, de mucha, mucha gente en todas partes.No parece que nadie tenga el compromiso de hacerme feliz como tampoco parece que alguien este obligado a cumplir mis caprichos en los que yo podría cifrar mi felicidad, pues entre otras cosas, dichos requerimientos podría yo cambiarlos varias veces al día, volviendo loco a quien tuviera dicha obligación. Por lo cual concluyo que nadie tiene derecho a ser feliz, sino que todos tenemos derecho a luchar por ser felices, y el mundo entero, es decir todas las personas de este planeta, están obligadas a respetar mis esfuerzos por conseguirlo, o en otras palabras, nadie tiene derecho a impedírmelo, lo cual es muy distinto.Indudablemente estamos metidos en un problema, pues, queriéndolo o no, la felicidad en esta vida es subjetiva y además, necesariamente incompleta. Hay quienes han alcanzado la satisfacción de sus anhelos con muy poco, y a otros en cambio, no se satisfacen con nada. Pienso que en todo ello esta metida una peligrosa cadena de vicios como son el egoísmo, la falta de un sentido trascendental de la vida, el consumismo, el orgullo y la vanidad. Otros aun son casos mas tristes, pues se trata de personas que no saben dejarse querer, lo cual en ocasiones, está motivado por una baja autoestima...